miércoles, 28 de noviembre de 2007

Enseñanzas y Niveles de Conciencia,




Enseñanzas y Niveles de Conciencia, por los Maestros Morya y Kuthumi

publicado por jorge el 10 Octubre 2007 , 288 Lecturas

Saludos. Yo Soy El Morya.
Para usted mi saludo del Corazón, Cabeza y Mano. Desde el Gran Silencio en el corazón de cada ascendido Soy acompañado por el hermano Kuthumi y es un honor que nuevamente nos permita acercarnos hasta el lugar en que usted escucha y lee estas palabras.
Es para usted la más alta radiación de Amor y Fraternidad desde este lado del velo y es para nosotros la alegría de servir y de facilitar a quienes tanto amamos y extrañamos.

Usted es un Humano Ascendido que camina la Tierra espiritualmente conciente y despierto, y las puertas del Cielo se abren de par en par para que millones de entidades angélicas y de espíritus brillantes puedan verle y contemplarle sumidos en reverencia y celebración. Nadie puede decirle a usted que nuestra presencia en su vida es cierta y tampoco nadie puede asegurarle que nuestra presencia no es una certeza.

Eso es algo sobre lo que sólo usted puede discernir entrando a su centro corazón y centrando su atención en el Ser que verdaderamente usted Es.

Cuando usted puede, a partir de su campo de energías propias, cruzar la línea imaginaria que separa su lado del velo de nuestro lado, la duda se disipa, la incertidumbre se desvanece y tal eventualidad significa que los que tanto le amamos podemos cruzar hasta donde se encuentra cada Humano Ascendido, siempre que así se nos permita.

Por eso cada encuentro en esta Terraza Ascendida es un verdadero acontecimiento entre la Tierra y el Cielo; verles llegar recurrentemente hasta el lugar que les corresponde en nuestros etéreos Jardines Colgantes de Babilonia es motivo de gozo y algarabía para los seres y entidades angélicas que no tienen otra razón de ser que amarle y servirle.

Con la encomienda de entregar el paquete de energías ascendidas que se ha preparado para el eterno día de hoy, la Terraza Ascendida de los Humanos Ascendidos se honra al recibir la presencia de Sri Sathya Sai Baba, conocido por muchos de ustedes tan sólo como el hermano y amigo Sai Baba, avatar de la India.

Este liberado ya no pertenece a esta Tierra, sino a una Tierra que no existe en este plano lineal; pero ama tanto este planeta azul y ama tanto a cuantos caminan sobre él, que con su regreso quiso ayudar a levantar el polvo del camino que condujo a la Humanidad hasta este nuevo milenio.

Sai Baba no percibe el mundo como lo perciben ustedes y por eso es su constante intención ser “uno más” entre quienes le rodean; la perspectiva ascendida en Sai Baba es añeja, pues está en funciones desde hace muchas lunas y muchos soles, y con su visión espiritual tiene acceso a visiones maravillosas y profundas de la Tierra Ascendida, que devotamente guarda en su ascendido corazón.

Sai Baba es ese reflejo luminoso de color anaranjado que usted ve caminado curioso entre las túnicas azules de la terraza, pues aunque puede abrazar la inmensidad del espacio con su amoroso campo de fuerza, quiere honrar a cada cual individualmente acercándose –si así le es permitido- hasta el lugar en donde cada ascendido escucha y lee estas palabras.

Queridos nuestros, en el eterno día de hoy, Yo, El Morya, en compañía del silencioso Kuthumi y del avatar Sai Baba, queremos recordarle que usted es una parte importante del Plan Divino para la Tierra.

Usted es la parte que lo cambia todo, la parte que lo transforma todo; la que permite que lo nuevo sea creado y que sea transformado aquello que ya no puede permanecer como está.

Usted ha caminado muchas veces sobre la Tierra y conoce muy bien su área de especialidad planetaria.

Cuando llega el momento del divino despertar, usted rápidamente comienza a tomar decisiones y a organizar sus cosas de manera que usted pueda iniciar su servicio lo antes posible. Lo primero que usted hace es acelerar su proceso de recordar quién es usted en el planeta y para ello echa mano de todas las opciones que tiene disponibles.

Usted aprende a meditar, a relajarse, acude a talleres, a seminarios, a charlas y a conferencias, mientras va leyendo todo aquello que siente le es necesario.

Algo se ha puesto en marcha en su interior y ya no es posible detenerse, aunque tiene usted la posibilidad de acelerar o reducir el paso en concordancia con sus actuales condiciones de vida.

Le diremos algo: cuando un Ser Humano manifiesta intención de búsqueda espiritual reiterada y sostenida, es “detectado” por los seres y entidades que tienen la responsabilidad de monitorear tales eventos en la Tierra y el símbolo de un ojo luminoso es puesto sobre el lugar que ocupa este Ser Humano en el mapa-mundi de la Humanidad.

De esta manera comienzan a mirarle de cerca, porque usted ha atraído la atención de las amorosas energías que buscan “señales de vida espiritual” en la Tierra. Una vez “le han echado el ojo” la persona forma parte de un grupo que es atendido diligentemente desde este lado del velo, hasta que son configurados en su anatomía energética los fundamentos que más adelante –si así lo quiere- le permiten seguir construyendo su “templo interior” en esa vida.

Por lo general encontrará y conocerá personas en su misma condición, lo que le anima a continuar hacia delante y le ayuda a sentirse en compañía y a entender que no está solo.


Con el pasar del tiempo un nuevo guía espiritual llega a la vida de este Ser Humano para continuar con los trabajos que lo preparan para el despertar espiritual. Los hermanos de la hueste angélica que ofrecen estos servicios lo hacen con carácter de exclusividad, lo que quiere decir que se dedican enteramente a llenar las necesidades espirituales de la persona a la que están asistiendo.

Este guía es el responsable de que llegue hasta usted el libro que necesita leer, de que aparezca en su vida la persona con la que necesita entrar en contacto y de que llegue usted hasta los lugares que son pertinentes a su desenvolvimiento espiritual.

Como se les ha dicho anteriormente, la comunicación con los planos internos es telepática y su progreso está en dependencia de que pueda usted “escuchar” lo que se le dice, que siempre es lo que usted ha pedido escuchar y nunca, nunca, nunca será algo para lo que usted no haya dado permiso.

Así continúa ocurriendo hasta que usted está bien ubicado en su senda de ascensión espiritual y otro nivel de conciencia comienza a desplegarse.
En dependencia de los adelantos de cada hermano o hermana, transcurre mucho o poco tiempo hasta el momento en que aparece en su vida un maestro primario.

Un maestro primario, como bien indica el nombre, es el primer maestro que desde los planos internos comienza a trabajar y a establecer comunicación con el Ser Humano que despierta.

Tanto los guías como los maestros primarios han sido parte de la Humanidad en muchas ocasiones, y el cúmulo de experiencias en la Tierra y el desarrollo espiritual alcanzado les posibilita asistir y facilitar al ángel que camina el planeta vestido de humano.

A diferencia del guía que ya ha estado atendiendo sus necesidades espirituales, este maestro tiene “discípulos”, “estudiantes”, “pupilos”, “aprendices” o como se les haya querido llamar.

En realidad son sus hermanos y colaboradores de muchas vidas; y tiene muchos, de distintos niveles espirituales y por lo tanto, una vez más, usted pasa a ser parte de un grupo humano que desde los planos internos es definido en relación a su desenvolvimiento espiritual.

Con el correr del tiempo aparecerá otro maestro y luego otro y luego otro, y con cada cual se realizarán los trabajos que corresponden y usted seguirá avanzando, seguirá ascendiendo. De la misma manera que un guía le facilita llegar hasta el maestro primario, el maestro primario le facilita llegar hasta maestros cada vez más elevados y evolucionados.

Todos los estos roles espirituales se ajustan en dependencia de quién está de servicio en la Tierra y quién está de servicio en este lado del velo.

También influyen las relaciones espirituales que usted ha desarrollado mientras camina el planeta y los servicios que ha prestado como guía mientras se encuentra en los planos etéricos en preparación para una nueva expresión física. Sin embargo, conviene recordar que entre usted y nosotros -los que usted llama ascendidos- no hay diferencia. Nosotros –los que usted llama maestros- somos seres interdimensionales como usted teniendo experiencias humanas como usted; y de la misma manera que su cuerpo físico y su actual personalidad están siendo “trabajadas” para expresar cada vez más al Ser que verdaderamente usted Es, nuestro logro ascendido también requiere de cuerpos físicos y personalidades “trabajadas” para poder expresar en la Tierra el nivel de desarrollo espiritual alcanzado.

Tiene que haber concordancia entre el vehículo físico y sus componentes espirituales y esto obliga a que –en ocasiones- pasen cientos o miles de años sin que podamos regresar a un cuerpo físico, aunque el nivel ascendido alcanzado ciertamente nos permite otras maneras de estar junto a la Humanidad.

Esto les explica el misterio que encierra la referencia esotérica a cuerpos y personalidades que pertenecen a razas o humanidades futuras, y que cuando se presentan en el plano de la Tierra que ustedes conocen, lo hacen casi siempre en calidad de avatares y maestros espirituales. ¿Comprende ahora por qué el hermano Sai Baba es tan incomprendido?

Esto también les explica, el misterio de la presencia del ascendido Jesús en la Tierra hace dos mil años. Así es que no olvide nunca que usted y los hermanos de la hueste ascendida son iguales, pero en la escalera evolutiva y espiritual una parte de la hueste ha adelantado hasta niveles que posibilitan asistir y facilitar al que viene detrás, pues por dónde usted camina nosotros hemos caminado, y dónde nosotros nos encontramos ustedes se encontrarán.

Hermano Ascendido, en esta parte es necesario que actualicemos la información que ha tenido usted disponible con relación a estos procesos del mundo del Espíritu.

Ponga atención, hermano nuestro y concentre en lo que vamos a exponer, pues le ayudará grandemente a comprender las aparentes diferencias entre las enseñanzas que se han entregado en las distintas épocas y a través de diferentes canales. Como bien usted sabe, la comunicación entre un maestro de los planos internos y sus hermanos en la Tierra es telepática, es personal y es exclusiva.

Lo que contiene cada paquete de energías que se le entrega es para usted y nunca será igual a lo que reciben los demás. En la antigüedad, cuando la escritura y todas las artes de la comunicación esperaban por el momento en que la Humanidad estaría lista para manifestarlas a gran escala, el proceso que permite afinar y sincronizar el cuerpo físico, la mente y las emociones para la percepción de verdades trascendentes y superiores era verdaderamente sacrificado y demandaba una dedicación extrema.

Con la aparición de la escritura en sus distintos formatos, muchos iniciados legaron a la posteridad sus logros espirituales, que todavía hoy siguen al cuidado de grupos de hermanos afines comprometidos con este servicio.

Estos hermanos entonces hacen disponible estas enseñanzas a quienes van llegando con el paso de las décadas y de los siglos hasta sus portales, y así la larga cadena de servicio sigue siendo sostenida en beneficio de toda la Humanidad y en especial del hermano que requiere de asistencia.

Con la aparición de los procesos de impresión que hacen posible realizar numerosas entregas de un mismo trabajo y de esta manera ponerlo a disposición de grandes cantidades de personas, las palabras y las enseñanzas de los maestros de todos los tiempos, de todas las órdenes y de todos los grados y niveles evolutivos, han ido quedando a disposición de la hermana y del hermano buscador.

Pero aquí hay un velo que debe levantarse, pues -como se les ha indicado- las palabras conforman un tipo de apariencia y el buscador espiritual debe aprender a levantar el velo de tales apariencia para que pueda dejar atrás “la letra muerta” y recoger la energía divina e impersonal que las palabras cargan.

Esto les explica el misterio de la Torre de Babel y es la clave para que puedan superar el escollo que representa “la letra muerta” en el desarrollo de sus facultades espirituales.

En la actualidad existe una cantidad inmensa de material espiritual en la Tierra, disponible en todos los formatos que las artes de la comunicación permiten.

Para el buscador sincero, el discernimiento es necesario hasta que se encuentre aquello que resuena en su interior y que a todas luces es cierto desde su particular nivel de conciencia.

Lo demás, escuche bien hermano nuestro, ofrece la apariencia de falsedad cuando no media la perspectiva ascendida, en cuyo caso lo que ocurre es que la enseñanza queda “por debajo” o “por encima” de un nivel de conciencia “personal” que se halla en desfase con el nivel de conciencia espiritual disponible.

Los guías y maestros que asisten y facilitan la enseñanza no hacen juicios en torno a cómo sus hermanos reciben lo que se les entrega ni sobre cómo reaccionan a su forma y contenido.

La tarea se realiza desde el Amor Incondicional y en cumplimiento de la impersonal Ley Cósmica, que entrega a cada corriente de vida, aquello que tal corriente de vida ha atraído hacia su mundo de experiencias.

Es tarea del buscador discernir hasta encontrar y ocupar su lugar en el gran esquema de las cosas, y durante todo el tiempo que esté de servicio en la Tierra es su responsabilidad espiritual “escuchar” o “captar” desde el silencio, lo que su guía o maestro le está comunicando.

Ahora entraremos en aguas más profundas, amados nuestros, pues hay en la Tierra una cantidad grandísima de enseñanzas que fueron entregadas por los hermanos de la hueste ascendida que han servido como maestros espirituales para Occidente durante los últimos siglos.

Una parte de estas enseñanzas se entregó cuando estos benditos eran, como ustedes, Humanos Ascendidos.

Otra parte se entregó cuando estos hermanos alcanzaron la maestría y se retiraron del plano de la Tierra, y continuará siendo de esa manera desde cada nivel espiritual al que estos amados vayan ascendiendo, siempre que sus servicios sean atraídos hacia el planeta por aquellos a los que tanto aman y sirven.

Yo, El Morya, junto al hermano Kuthumi y al hermano Saint Germain, entre tantos otros liberados, Soy parte protagónica de estos trabajos por el Más Alto Bien de la Humanidad.

Los Tres fuimos en determinado momento una nueva camada de recursos espirituales, que habiendo alcanzado un nivel de desenvolvimiento en nuestros cuerpos físicos pudimos ofrecer asistencia desde el plano de la Tierra a cuantos así lo solicitaron, y que tuvimos a nuestro favor los adelantos mecánicos y tecnológicos de la época y una gran cantidad de colaboradores encarnados que se dio a la tarea de perpetuar nuestras palabras.

Por todo ello somos muy agradecidos, y nunca dejarán nuestros corazones de irradiar Amor, Paz y Sabiduría sobre aquellos que tanto trabajaron a nuestro lado en la Tierra ni sobre aquellos que tan anhelantemente abrazaron entonces nuestra energía, vibración y conciencia.

Estas palabras son un seguimiento a las palabras que les fueron entregadas en el concilio anterior y tienen la intención de facilitar la entrada a la terraza de los recién llegados y también facilitar la salida de la terraza de los hermanos que han culminado su entrenamiento o han determinado completarlo en otro espacio.

Todos son amados y honrados infinitamente desde este lado del velo, y con sólo entrar a sus corazones y solicitar ser asistidos, toda asistencia les está garantizada. Ahora es tiempo de que ocupe su silla en la Mesa Redonda de los Humanos Ascendidos.

Le vemos cada vez más confiado y más cómodo en la experiencia. ¿Se ha dado cuenta de que cuando se sienta en la mesa no es vencido por el sueño como ocurre en muchas de las ocasiones en que sólo intenta meditar? Muchos ascendidos lamentan no disponer de más tiempo para continuar el viaje hacia las “alturas interiores” que posibilita la Compañía del Grial.

Esto ocurre porque debe tomarlo con calma, no se debe apresurar y regatearle tiempo es la manera en que se le mantiene en una “zona segura” de la que podrá moverse cuando sus energías interiores se organicen en una configuración más apropiada al vuelo interior sostenido.

En esta ocasión queremos que usted entre a su centro cardiaco y que se relaje profundamente; cuando su respiración se torne calmada y acompasada, ponga la mano izquierda sobre su corazón, levante su mano derecha y diga en voz alta o mentalmente: “Yo Soy Uno con el Inefable Gran Espíritu de Vida, y en Mi Es su Poder y su Gloria, por Siempre. Así Es”.

Ahora centre su atención en su pantalla mental, en su Tercer Ojo, a la espera del punto de luz que le deja saber que ya puede proyectar la Mesa Redonda desde su centro corazón.

Una vez que la mesa se halle frente a usted, cambie la túnica azul del Concilio por la túnica índigo con capucha de los Compañeros del Grial.

Camine sigilosamente hasta la Mesa Redonda y tome asiento como de costumbre. Luego ponga las manos sobre la mesa y vea cómo se enciende con una luz dorada y relajante el sol zodiacal incrustado en la superficie.

Al comando de su mirada, un rayo de luz baja desde su Sol Interior -que se encuentra en lo alto de la Mesa Redonda- y su resplandor es recogido por la Copa del Grial, que velada por una tela color índigo, descansa sobre el centro de la mesa.

A continuación un rayo de luz sale desde el Grial hacia su corazón y la Compañía del Grial comienza a hacerse visible, al tiempo que once rayos de luz viajan desde la copa divina hacia los centros cardiacos de los benditos que le acompañan en la mesa.

Con reverencia y respeto, salúdelos telepáticamente con una inclinación de cabeza y verá que ellos responden a su silente saludo de igual forma.

Ahora vea como la luz que irradia el Grial se intensifica, pues las energías de los presentes en la Mesa Redonda han sido unificadas a partir de ese centro.

En esta ocasión, los trabajos requieren que usted abrace con su energía a los presentes en la mesa. Debe hacerlo de esta manera, pues ellos nunca, nunca, nunca extenderán sus energías sobre usted sin que usted se haya acercado a ellos en aceptación.

De modo que cuando usted los envuelve y los abraza en su campo de fuerza personal, les está comunicando su aceptación e invitación a un intercambio energético. Para lograrlo, expanda su campo de fuerza personal hacia adelante y poco a poco vaya envolviendo a cada Hermano en la tibieza del Amor Fraternal que usted les profesa.

Ellos recibirán su abrazo en silencio y cabizbajos, asegurándose de que no imponen nada sobre usted y de que dispone usted de todo el tiempo que requiera para manifestar su Amor y su Voluntad de un acercamiento.

Intensifique cuanto pueda el campo de fuerza con que envuelve a los Hermanos, pues es la manera en que usted le comunica su intención de servir juntos. Aunque usted percibe la etérica tibieza de las energías que fluyen desde su centro corazón y todo aparenta estar en silencio, en los planos más profundos y sutiles está habiendo una “conversación energética” en la que usted “extiende sobre la mesa” sus más excelsas energías Amor y Fraternidad.

Al cabo de un rato, los benditos de las túnicas índigo le devolverán el ímpetu energético que usted haya derramado sobre sus presencias, y una oleada divina de Amor y de Hermandad regresará hasta usted desde el otro extremo de la mesa, unificando los campos de fuerza de todos los presentes en dirección a su sitial.

Esa es la manera en que ellos le comunican que “Si”, que usted lo ha logrado, que es posible servir y partir el pan en la mesa “Juntos”. A partir de este eterno Ahora, el intercambio de paquetes de energía ascendida en una y otra dirección será parte de los trabajos en la Mesa Redonda y de esa manera se entregará aquello que no requiere del velo de la palabra, sino que sencillamente requiere de ser recibido.

Como siempre, le recordamos que toda comunicación con los Hermanos se hace a través del Grial y que debe conducirse usted de manera cortés y respetuosa hacia los Hermanos en sesión.

Cuando esté listo para levantar los trabajos, comuníquelo a la Compañía del Grial y retírese silenciosamente de la Mesa Redonda.

Una vez de pie, cambie la túnica índigo con capucha por la túnica del Concilio Azul, y poniendo su mano izquierda sobre su centro cardiaco y levantando su mano derecha, cierre los trabajos diciendo: “Yo Soy Uno con el Inefable Gran Espíritu de Vida, y Soy Agradecido porque en Mí Es su Poder y su Gloria, por siempre. Así Es”.

Ponga su mano derecha sobre la izquierda y con su cuerpo en dirección a los Hermanos en la mesa, haga la reverencia que a manera de saludo y despedida se acostumbra en la Gran Hermandad, inclinado la cabeza al tiempo que baja la mirada respetuosamente.

Devuelva la proyección de la Mesa Redonda a su centro cardiaco y regrese pausadamente a la Terraza Ascendida o su realidad física.

(Pausa)
Amigos ascendidos, en el plano de la Tierra se hallan disponibles las enseñanzas que se corresponden con los distintos niveles de conciencia que han transitado los hermanos que la porción espiritualmente despierta de la Humanidad identifica como maestros ascendidos.

Esto plantea un gran reto para el buscador y también para la hueste ascendida, particularmente para aquellos ascendidos sobre los cuales ha quedado registro histórico reciente, pues una parte de esas energías todavía debe continuar sosteniendo servicios ascendidos previos, en beneficio del hermano y de la hermana que todavía lo requieren.

Por confuso que pueda parecer, esto es algo que hacemos rebosantes de Amor Fraternal y Eterno Gozo, pues estos servicios cumplidos son los que facilitan que en todos los lugares de la Tierra se entreguen los paquetes de energías ascendidas con los que millones de Humanos Ascendidos pueden continuar –si así lo escogen- su desenvolvimiento espiritual. ¿Comprende ahora por qué en una ocasión Yo, El Morya, cité a los Tres Iniciados del Kibalión y les dije que hay muchos mundos y que todos se encuentran aquí mismo? Para una mayoría de los ascendidos en la Terraza, todavía es momento de seguir discerniendo entre lo que realmente se corresponde y lo que no se corresponde con ellos, hasta que logren sostenerse en sus propias energías. Entonces ya no tendrá que discernir sobre nada, pues lo que no se corresponda nunca quedará al alcance de la mano, del oído ni del ojo.

Con tantas opciones disponibles en el planeta, lo que acabamos de explicar se vuelve difícil y complejo, y sólo la actualización de las energías que sostienen el libre albedrío -cuando son sincronizadas con las energías que sostienen la Voluntad Divina- permite que el buscador encuentre la salida del laberinto.

Esto que acabamos de explicar también presenta un atributo del trabajo espiritual de los tiempos nuevos, que cada Ser Humano que despierta y cada Humano Ascendido que permanezca o regrese a la Tierra deberá atender a su debido tiempo, y es que encontrarán a sus maestros espirituales en diversas ocasiones y desde distintos niveles de conciencia ascendida a lo largo de los siglos.

Así se ha planificado por la propia Humanidad desde los planos internos y así se ha entendido apropiado para este tramo de la evolución y divinización humana. Es parte del misterio que expresan aquellas palabras sobre el regreso de los santos y la resurrección de los muertos .
La manera en que es posible facilitar la compresión de estas circunstancias espirituales en las vidas, los mundos y los asuntos de tantos hermanos, es ofreciendo toda la asistencia y el entrenamiento que estén dispuestos a aceptar desde los planos internos. Para ello las configuraciones energéticas particulares deben ser movidas –cuando cada cual así lo determine- hacia la activación permanente de la perspectiva ascendida.

Como bien sabe, este es el atributo ascendido que usted cargará de vida en vida y que le posibilitará retomar su proceso de ascensión donde lo haya dejado sin tener que revivir la lucha interior que podría suponer la exposición a nuevos paquetes de energía ascendida en la Tierra.

Como se les ha indicado en numerosas ocasiones, los paquetes de energía ascendida seguirán siendo actualizados en periodos de tiempo cada vez más cortos, hasta que millones de Humanos Ascendidos sobre la Tierra alcancen el nivel de libertad espiritual que les posibilita “bajar” desde el Gran Almacén Cósmico las energías y conocimientos que le son necesarios a su servicio y evolución.

Esto adelantará los trabajos de construcción de la Nueva Tierra -que requiere de la “mano de obra” de los liberados del mundo del Espíritu- y con el paso de los años acelerará el restablecimiento de la Paz Perpetua en los mundos colectivos de las sociedades humanas.

En esta misma vida, ustedes podrían tener la experiencia de encontrar a El Morya nuevamente, luego de haber pasado un tiempo realizando servicio ascendido con el hermano Kuthumi, con Saint Germain o con algún otro hermano invisible de la hueste que facilita a los Humanos Ascendidos en la Tierra.

Mientras más se sostenga usted en sus propias energías, más fácil le será la transición de un facilitador (maestro) ascendido a otro, sobre todo cuando la transición requiera de expandir la conciencia hacia espacios en los que se cruzan y entrecruzan los sistemas de creencia de la Tierra.

Recuerde que tales transiciones en sus mundos de experiencias espirituales, obedecen a que viven ustedes un tiempo en el que es posible vivir muchas vidas en un solo cuerpo físico.

No es necesario abandonar el planeta para regresar y tener una experiencia espiritual diferente, pues la Tierra ya no le ofrece a usted ninguna experiencia espiritual nueva que no sea la integración de todas las que ha tenido a lo largo de sus muchas vidas.

Por eso tiene usted el poder de actualizar sus creencias espirituales en su vida actual, reconfigurando las energías que las sostienen en los niveles más altos de libertad.

Ello no ocurrirá si usted no se otorga permiso y se abre a la experiencia, pues usted también tiene el poder de posponer todo cambio a su actual sistema de creencias.

Fíjese bien que se le está diciendo que sólo puede posponerlo, pues sus prácticas espirituales continuadas le llevarán invariablemente hasta un cruce de camino. Como tantas veces ha explicado el hermano Jeremías ¡es imposible realizar prácticas espirituales y no crecer espiritualmente!

Queridos nuestros, esta conversación se ha extendido un poco más de lo acostumbrado, en parte porque hemos querido entregar todo lo que cada uno de ustedes solicitó en sus escapadas nocturnas hacia nuestro lado del velo.

Por otro lado, nos hemos extendido para permitir la interacción energética entre los ascendidos en la terraza y el amado Sai Baba, quien ha estado entregando vibhuti y contando historias de otros tiempos a cada hermano que va encontrando a su paso.

Sai Baba le pide que recuerde que usted también es un dios sobre la Tierra y transmite a cada ascendido compasiva gratitud por su dedicación al Más Alto Bien de la Humanidad.

El café ascendido será servido en un momento, y mientras, puede usted disfrutar de los panecillos con miel y de la cadencia interdimensional del “belly dancing”, la danza iniciática que durante siglos fue mantenida oculta o con “acceso controlado” y cuyas implicaciones espirituales apenas comienzan a ser reconocidas.

Será hasta la próxima ocasión y que quede con usted la Paz Profunda de nuestros ascendidos corazones.

Yo Soy El Morya. Y Yo Soy Kuthumi. Y usted es un Humano Ascendido. Y Así Es.
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Canalizado por Marilya P.C., creadora de la Técnica de Alineamiento Energético.
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